lunes, 25 de febrero de 2013

Consejos para una buena presentación

Como preámbulo para las sesiones informativas que vais a realizar en vuestros países respectivos y en previsión de la presentación que circulará Iñigo durante los próximos días, os pasamos una breve relación de consejos para hablar en público. Las buenas presentaciones, siempre tienen las siguientes características:

  1. UN OBJETIVO CLARO: los presentadores expertos saben qué quieren conseguir y se concentran exclusivamente en eso. Una presentación no es un artículo de Wikipedia que debe explicar todo al detalle; es, más bien, una introducción, una acción de deslumbre y simpatía, orientada a que la gente se interese por lo que cuentas y te pregunten más. 
  2. ESCOGE POCOS ARGUMENTOS CLAVE, no menos de tres y no más de cinco. Toda presentación es un ejercicio de síntesis y selección. Menos es más. Escoger unos pocos argumentos, resulta clave. 
  3. CUENTA HISTORIAS: recurre a casos, ejemplos, anécdotas... Historias reales, cercanas, atractivas, que ayuden a ilustrar lo que cuentas y aporten el lado humano a la presentación. Las buenas historias tienen un poder de conexión extraordinario y sintetizan muchísima información. 
  4. UNA IDEA POR DIAPOSITIVA: trata de limitar la información que incluyes en cada pantalla. Lo que importa son las ideas. No por tener más textos, las slides son mejores. 
  5. TRABAJA LA CONEXIÓN EMOCIONAL con los asistentes, a base de saludarles al comienzo, sonreír, contar algo gracioso, escuchar sus problemas... Uno de los principales objetivos de la presentación es resultar amable y caer bien a tu público. Piensa primero en quien te escucha.
  6. INCLUYE UNA CLARA LLAMADA A LA ACCIÓN: pide o propón algo concreto, al final de la sesión. Que la gente sepa para qué estás ahí, qué quieres de ellos o qué les puedes ofrecer. Y, desde luego, que sepan cómo ponerse en contacto contigo.
  7. TERMINA A TIEMPO. No hay cosa peor que una presentación que se alarga interminablemente. No es mejor quien más habla. Ten en cuenta, además, que a la gente le gusta más hablar que escuchar: terminar a tiempo es una forma de respetar el tiempo de los oyentes y darles la posibilidad de que sean ellos los que hablen. 

Siete consejos que esperamos que te resulten útiles y que complementamos con un vídeo de Nancy Duarte –conocida experta en presentaciones– que ilustra algunas de estas ideas y que da acceso a su canal en YouTube, lleno de recursos para seguir formándose en el mundo de las presentaciones.

 

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