- UN OBJETIVO CLARO: los presentadores expertos saben qué quieren conseguir y se concentran exclusivamente en eso. Una presentación no es un artículo de Wikipedia que debe explicar todo al detalle; es, más bien, una introducción, una acción de deslumbre y simpatía, orientada a que la gente se interese por lo que cuentas y te pregunten más.
- ESCOGE POCOS ARGUMENTOS CLAVE, no menos de tres y no más de cinco. Toda presentación es un ejercicio de síntesis y selección. Menos es más. Escoger unos pocos argumentos, resulta clave.
- CUENTA HISTORIAS: recurre a casos, ejemplos, anécdotas... Historias reales, cercanas, atractivas, que ayuden a ilustrar lo que cuentas y aporten el lado humano a la presentación. Las buenas historias tienen un poder de conexión extraordinario y sintetizan muchísima información.
- UNA IDEA POR DIAPOSITIVA: trata de limitar la información que incluyes en cada pantalla. Lo que importa son las ideas. No por tener más textos, las slides son mejores.
- TRABAJA LA CONEXIÓN EMOCIONAL con los asistentes, a base de saludarles al comienzo, sonreír, contar algo gracioso, escuchar sus problemas... Uno de los principales objetivos de la presentación es resultar amable y caer bien a tu público. Piensa primero en quien te escucha.
- INCLUYE UNA CLARA LLAMADA A LA ACCIÓN: pide o propón algo concreto, al final de la sesión. Que la gente sepa para qué estás ahí, qué quieres de ellos o qué les puedes ofrecer. Y, desde luego, que sepan cómo ponerse en contacto contigo.
- TERMINA A TIEMPO. No hay cosa peor que una presentación que se alarga interminablemente. No es mejor quien más habla. Ten en cuenta, además, que a la gente le gusta más hablar que escuchar: terminar a tiempo es una forma de respetar el tiempo de los oyentes y darles la posibilidad de que sean ellos los que hablen.
Siete consejos que esperamos que te resulten útiles y que complementamos con un vídeo de Nancy Duarte –conocida experta en presentaciones– que ilustra algunas de estas ideas y que da acceso a su canal en YouTube, lleno de recursos para seguir formándose en el mundo de las presentaciones.